A MIS PRIMEROS DIAS
Debajo del puente no hay nadie que nos acompañe.
Hasta arriba dicen que no llego solo…
Dejo dos silabas y nada más.
Dos educadas lagrimas que guardan del océano el perfume
de encías en verano cuando la garganta
se seca y azul respira dejando
dos labios inertes en el cielo, beso apenas instruido que
choca hacia ningún lugar.
Beso que a manera de puente donde nada hay debajo
cuando queremos crecer siempre estirándonos hacia arriba,
Eligiendo siempre el margen superior para nuestras vidas que dejadas…
solo son un paso para mis primeros días; un si y un no…
No puedo decidir nada más.
jueves, 7 de febrero de 2008
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